Review Call of Duty: WWII

Hacer que una franquicia pueda mantenerse dentro del gusto del público por casi 15 años es una tarea que muy pocos consiguen. Dicho asunto se vuelve mucho más complejo si le agregas que la serie en cuestión tiene entregas anuales sin el pretexto de estar representando a un deporte real que se renueva constantemente. De alguna manera, Activision ha logrado lo anterior con Call of Duty, pues a pesar de todos sus detractores y de tropiezos comerciales como el del año pasado, esta saga presume ser una de las mejor vendidas de todos los tiempos.

Es claro que la fórmula se ha venido desgastando con el paso de los años, por lo que se tomó la determinación de regresar un poco a las raíces con Call of Duty: WWII, juego que intenta un par de cosas distintas a sus últimos antecesores pero que en realidad, sigue una fórmula y una estructura bien conocida que ha demostrado funcionar, esto claro, con un bello skin que nos lleva de regreso a los sangrientos campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial.

Darle un giro fuerte a Call of Duty como franquicia es algo que no se puede dar de la noche a la mañana, pues a pesar de que actualmente tenemos a tres estudios trabajando en ella con ciclos de desarrollo que superan los tres años, el tener que estar entregando un nuevo título cada 365 días, complica el proceso de una manera muy marcada.

Por un lado, Call of Duty: WWII es un claro regreso a mecánicas base de la serie y e incluso del género, y por el otro, es una nueva propuesta que intenta iniciar con nuevo sentido para el nombre que carga, esto claro, bajo el entendido de que estamos frente a otro título de esta saga que seguramente dejará muy contentos a quienes la han seguido por todo este tiempo, mientras que del otro lado de la moneda, muy difícilmente hará que quien nunca la ha disfrutado, ahora encuentre algo que le llame la atención.

MANTENIENDO LA LÍNEA

Todos sabemos perfectamente que la mejor manera de mandar un mensaje a las compañías de videojuegos es votando con nuestra cartera. Sí, puede que los comentarios en foros o cualquier otro lugar sean tomados en cuenta, sin embargo, cuando una marca toma cartas en el asunto realmente es cuando en sus estados financieros algo no se comporta como esperaban. Fuera de lo que fue Infinite Warfare en lo comercial (pues en lo artístico jamás entendí el odio contra él si seguía la fórmula de la serie al pie de la letra), la realidad es que Call of Duty se mantiene en números muy positivos, dejando claro que al menos la mayoría, quiere que la cosa se mantenga por un rumbo conocido.

Call of Duty: WWII puede parecer un rostro completamente fresco que viene a reivindicar a la franquicia, sin embargo, la realidad es que no es así, pues sigue una fórmula muy bien conocida basada en una estructura que ha demostrado en más de una ocasión que funciona de muy buena forma. Lo anterior será muy positivo para quien no quiere que la experiencia se modifique demasiado, no obstante, puedo apostar a que quienes lleguen esperando un cambio radical, se llevarán una enorme decepción. Mi punto es que la forma en la que funciona este nuevo juego no es ni mala ni buena, sólo es lo que siempre ha sido.

La campaña de Call of Duty: WWII, misma que tiene una duración de alrededor de siete horas, nos presenta un historia lineal con momentos cinemáticas muy bien logrados, la cual, está perfectamente delimitada en distintas misiones que podemos repetir en cualquier momento. La estructura de las mismas se comporta como siempre lo ha hecho, es decir, tenemos que avanzar por un teatro muy creíble en el que se nos pone en distintas situaciones, desde acabar con todos los enemigos que tengamos enfrente usando armas convencionales, hasta ponernos en comando de una batería antiaérea para detener un ataque enemigo. La variedad de mecánicas de juego es buena y el ritmo en general de la experiencia me parece el adecuado, pues estos “momentos Call of Duty” en los que estamos en medio de un escenario que se está destruyendo por completo, aparecen en puntos clave de la experiencia.

En el tema de controles y cómo es que se siente como FPS, hay muy poco que recriminarle a Call of Duty: WWII, pues a pesar de que Sledgehammer podría ser considerado como el estudio con menos experiencia de los que trabajan con esta franquicia, se nota claramente los casi 15 años de evolución y estudio que se han tenido. Cada disparo, granada o cualquier otro movimiento que hagamos dentro del juego, se siente responsivo y preciso, haciendo que siempre estés en control de la situación. Otro punto que llama la atención es que incluso secciones en las que no tienes que disparar necesariamente y en las que se te pone detrás de un volante o en una sección stealth, por ejemplo, todo el sistema se sigue comportando de gran forma.

Claro que por la época en la que está ambientado Call of Duty: WWII, el estudio desarrollador no pudo alocarse tanto con el diseño de niveles como lo vimos en los Call of Duty futuristas, por ejemplo, no obstante, vemos escenarios bien construidos que aprovechan la arquitectura europea a su favor, incluso luciendo cierta verticalidad que creo, le va muy bien al género. Sí, seguimos hablando de pasillos bien estructurados en los que todo está previamente planeado, dejando poco espacio para la espontaneidad, sin embargo, creo que quienes no vemos un contexto necesariamente negativo en la palabra “lineal”, podemos encontrar bastante valor en esta forma de diseño de videojuegos.

Call of Duty: WWII es un juego que no se anda con rodeos y va al punto desde que arranca. Su campaña es bastante buena y muy emocionante por momentos, pero creo que le faltó algún tipo de ingrediente que la volvieran algo verdaderamente memorable de lo que se pudiera seguir hablando dentro de mucho tiempo en el futuro. Como videojuego estamos frente a un FPS sólido que se siente muy bien cuando lo tienes en las manos, pues sus mecánicas de juego además de ser variadas y estar muy bien diseñadas, se integran de una gran forma con un simple, pero satisfactorio diseño de niveles.

CAMBIOS QUE NO REVOLUCIONAN

Como te comentaba hace unos párrafos, lo más evidente que uno puede ver en Call of Duty: WWII es que se dejó de lado esta cara futurista que había estado presentado en los últimos años para regresar a una ambiente de época, esto en clara respuesta a los buenos resultados que EA tuvo con Battlefield 1. Sí, es genial estar de vuelta en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial y ver algunos de los cambios que tenemos a nivel de gameplay, pero la realidad es que de sustancia, no podemos hablar de una revolución o modificación que impacte de forma importante a esta franquicia.

Lo primero que notarás es que ahora, nuestra salud no se regenera de manera automática, justo como pasaba en el primer Call of Duty y en general, en todos los FPS clásicos. Para recuperar nuestra vida es necesario encontrar los famosos medkits, recurso limitado que muchas veces no está a nuestro alcance. Por supuesto que esta mecánica hace que nuestra aproximación hacia los enfrentamientos cambie, sobre todo en las dificultades más elevadas, sin embargo, la verdad es que nunca me topé con una escasees real de éstos, más bien sólo me tuve que programar para que en cuento estuviera a punto de morir, apretara el botón para aplicar esta recuperación.

De la mano de lo anterior tenemos que en este Call of Duty nuestro compañeros cobran un poco más de importancia que solo ayudarnos a acabar con los enemigos. Dependiendo del personaje del que estemos hablando, será el tipo de acción que podamos ejecutar con él. Por ejemplo, tenemos a uno que nos proveerá de medkits o municiones, mientras que otro de ellos marcará enemigos para nosotros o nos dará una granada para ordenar un ataque de artillería sobre una posición. Estas acciones son limitadas y se tienen que recargar una vez que las usemos. Para lograr esto, tenemos que eliminar enemigos o cumplir objetivos dentro del campo de batalla.

Por otro lado, tenemos que además de juntar ciertos materiales llamados Mementos que ayudan a complementar la historia del juego, hay cierto número de “momentos heroicos” que debemos cumplir. Estos puntos previamente establecidos tienen que ver mayormente con salvar a algún soldado aliado de la muerte o capturar vivo a algún enemigo. La verdad es que este elemento no es algo tan especial ni cambia la forma en la que jugamos, pero se agradecen estos toques que hacen sentir más vivo el mundo que recorremos.

Seguro ahora ya te puedes dar cuenta de que a pesar de que se agregaron cambios muy puntuales en el gameplay de este nuevo Call of Duty, la realidad es que WWII se arriesga muy poco y sigue la fórmula que ya todos conocemos. Te repito que esto puede ser un punto positivo o negativo dependiendo del perfil que tengas. Lo que sí te puedo decir es que todo embona y algo que me alegara es que a pesar de su look ultrarealista, nunca se olvida de que antes que nada tiene que ser un videojuego divertido que por momentos se siente como una aventura salida de una película de la época de Frank Sinatra.

UNA POCO ORIGINAL, PERO BIEN LLEVADA NARRATIVA

La raza humana ha estado en constante conflicto desde que nació como especie. Por alguna razón, tenemos la necesidad inherente de pelear con nuestros semejantes al punto de poner nuestra propia existencia en peligro. A mediados del siglo pasado el mundo vio el mayor conflicto bélico en toda la historia, uno que le costó la vida a millones de personas a lo largo y ancho del globo. Sin lugar a dudas, la Segunda Guerra Mundial es una de las etapas más interesantes de la historia pues para muchos, fue la última guerra que se peleó por ideales que valían la pena, esto sin importar del lado al que no estemos refiriendo y en donde por supuesto, había una cara del mal con nombre y apellido.

La historia de Call of Duty: WWII arranca justo el 6 de junio de 1944 en las playas de Normandia, lugar en el que los aliados comenzaron con una ofensiva definitiva sobre la Europa ocupada para derrocar de una vez por todas al régimen Nazi con el que Hitler y compañía tenían en jaque al mundo entero. Aquí tomamos el control del soldado novato Ronald “Red” Daniels, siendo parte del Big Red One, una de las divisiones del ejército estadounidense que más condecoraciones recibió durante el conflicto y que por cierto, ya habíamos visto en acción en Call of Duty 2: The Big Red One, juego de 2005 que estuvo en el Gamecube, Xbox y PS2.

Una parte muy interesante de todo este apartado es que la narrativa de Call of Duty: WWII está llevada de una manera muy íntima, pues los hechos se nos van contando a través de la voz del protagonista. Algo así como si fueran recuerdos. Otro punto que vale la pena destacar es que existe un esfuerzo genuino a nivel de guión por enfatizar las relaciones humanas y cómo es que los personajes que nos acompañan, viven los horrores de un conflicto como la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que no me puedo quejar de cómo es que está escrito todo, creo que faltó algo de personalidad en algunos de nuestros acompañantes, esto para forjar una relación mucho más estrecha con ellos.

Por supuesto que la historia está plagada de clichés de este tipo de relatos. Las referencias a Saving Private Ryan, Band of Brothers y demás obras ambientadas en la misma época, son constantes a lo largo de toda la aventura. Seguro que como fan agradecerás estos guiños, sin embargo, no podía evitar pensar en que esto o aquello, ya lo había visto en otro lado por lo que sabía perfectamente hacia dónde iba todo en realidad. No me mal interpretes, me la pasé genial descubriendo la historia de Call of Duty: WWII y viviendo en los escenarios en los que nos pone. La verdad es que estamos frente a la mejor representación del Día-D en la historia de los videojuegos, aunque para serte sincero, creo que esta escena en específico debió durar más tiempo.

SÓLIDO MULTIPLAYER Y LOS ZOMBIES DE SIEMPRE

Para la gran mayoría de personas que compran Call of Duty año con año, de acuerdo con estadísticas oficiales, el verdadero valor del juego está en su modo multiplayer competitivo, el cual, ha sufrido de muchísimos cambios en los últimos años y a pesar de que con Black Ops III parecía que se había encontrado el camino hacia la consolidación dentro de los famosos esports, una vez más se hacen modificaciones de fondo en Call of Duty: WWII, esto por razones bastante obvias, pues algunas de las mecánicas del título antes mencionado, simplemente no aplican en el mundo ubicado a mediados del siglo pasado que vemos en esta entrega.

En cuanto a gameplay te puedo decir que regresamos de una gran forma a cómo que se sentía aquel multiplayer de Call of Duty 2, es decir, esos súper poderes y movilidad que algunos de nosotros nos mareaba, ha sido puesta de lado por mecánicas de FPS mucho más simples y digeribles para la mayoría. Claro que la gran velocidad y reflejos siguen siendo de suma importancia, pero si estás acostumbrado a que todo ocurra sobre un eje horizontal sin estarte preocupando de que alguien te caiga de la nada para matarte, entonces seguro que acá te sentirás como en casa.

La forma en la que interactuamos con el multiplayer de Call of Duty: WWII es bastante distinta a lo que estábamos acostumbrados. Debido a todo el sistema de recompensas y personalización que ahora tenemos, se decidió que lo mejor sería tener un hub interactivo que podemos explorar a placer desde una perspectiva en tercera persona… sí, tercera persona en un Call of Duty. Aquí, además de poder acceder a todo tipo de menús, puedes probar nuevas armas en un campo de tiro sin ver pantallas de carga, por ponerte un ejemplo.

Al inicio de tu paso por el multiplayer, se te pide unirte a una de las divisiones que están disponibles, cada una con distintas características que más bien representan a diferentes clases. Esto lo puedes cambiar en cualquier momento que quieras o necesites, además de que el loadout general, también puede ser modificado a tu gusto, incluyendo los mods a las armas, así como perks y demás aspectos estéticos. Hablando de esto, tenemos loot boxes que se nos dan por cumplir contratos o misiones diarias. Estas cajas contienen mejoras de todo tipo para nuestro equipo y personaje.

Call of Duty: WWII viene con nueve distintos modos de juego, la gran mayoría viejos conocidos. La gran adición lleva por nombre War y sin lugar a dudas, toma inspiración de varios lugares para presentar una experiencia que se siente moderna y muy bien aterrizada. Esta modalidad está separada por distintas etapas, en donde un equipo defiende y el otro ataca. Los atacantes deben escoltar tanques hacia ciertos puntos, esto luego de haberlos abastecido de gasolina, mientras que evidentemente, los defensores deben evitar que los blindados lleguen a sus objetivos. War se siente como un buen refresco para la competitividad del juego, pero claro, siempre queda la duda del balance que solo el tiempo y la comunidad dirán si es que despega o no.

Como cada entrega de Call of Duty, WWII llega con una nueva entrega de Zombies, en esta ocasión de nueva cuenta con la temática Nazi. En lo personal, jamás le encontré el encanto a esta modalidad de horda, pero entiendo de alguna forma el culto que hay por ella. La fórmula de esta modalidad se mantiene prácticamente intacta, dejando el sistema de obtención de puntos justo como estaba, y añadiendo algunos poderes nuevos. Mismo caso del diseño de los mapas. La buena noticia es que aún se puede jugar en pantalla dividida de manera local con alguien a tu lado. Si eres fan de este asunto, seguro quedarás muy contento, de lo contrario y como siempre pasa, no hay mucho que ver en este tercer pilar de la experiencia. ¿Será que algún día nos regresen las increíbles Spec Ops que vimos en Modern Warfare 2?

Tanto su modo de multiplayer competitivo, como del lado de los Zombies, Sledgehammer Games hizo un gran trabajo para darle mucha más base a la experiencia completa que representa Call of Duty: WWII. Sin importar en cuál de estas dos modalidades desees invertir tu tiempo, te puedo asegurar que valdrá la pena. La pregunta de “¿vale la pena el juego sólo por la campaña?” tiene que ser respondida por cada quién dependiendo de las prioridades que tengas al momento de comprar un videojuego nuevo.

ESPECTACULAR DESPLIEGUE AUDIOVISUAL

Desde que la actual generación de consolas comenzó, Call of Duty hizo gala de unos valores de producción que no se ven tan seguido dentro de la industria, mismos que hasta ahora, se han mantenido en muy bien nivel. Call of Duty: WWII es uno de esos juegos que por su apartado audiovisual, vale completamente la pena que le des una oportunidad, pues una vez más nos sumerge en una experiencia increíblemente bien lograda en términos de dirección artística, gráficas y por supuesto, mezcla y edición de sonido.

La representación que vemos de Europa, principalmente de Francia, Bélgica y Alemania, en Call of Duty: WWII es sensacional. Me queda claro que el equipo de arte de Sledgehammer Games hizo un trabajo de investigación muy importante para crear este mundo. Del lado de las gráficas tampoco hay queja alguna. El trabajo de texturas es genial, mientras que el de animación es adecuado en todo sentido. No recuerdo haberme topado con una textura en baja calidad o algún modelado que se viera fuera de lugar. Mención honorífica para la iluminación del juego. En varias ocasiones me quedé pasmado admirando algún rayo de sol que se colaba por cierto recoveco de un edificio en ruinas. Ver el sol acariciando la campiña gala es espectacular.

Una de las grandes estrellas de Call of Duty: WWII es, sin lugar a dudas, lo que se hizo con su mezcla y edición de sonido. Si quieres sacarle verdadero juego a ese equipo de sonido o audífonos que tanto te costaron, esta es la opción. Escuchar los gritos de los heridos. explosiones de todo tipo, disparos y demás sonidos incidentales, es un verdadero deleite para el odio. Simplemente no recuerdo alguna otra experiencia que en este apartado haya tenido mejores resultados en lo que va del año. Ese ruido producido por un cartucho vacío de un M1 Grand, jamás se había escuchado tan bien.

Call of Duty: WWII es una de esas súper producciones que sin lugar a dudas aprovechó en buena forma los millones de dólares que se le invirtieron, sin embargo, tiene un pecado que la verdad, sí molesta bastante. En varios momentos del juego, puedes notar que de la nada, el título se congela por unos segundos. No estamos hablando de una caída de framerate como tal, más bien justamente de una especie de espasmo que sucede y del cual se recupera pero que es constante y que sí, sí es notorio y como te comento, muy molesto. De ahí en fuera no vimos bugs de consideración, mientras que la inteligencia artificial es bastante promedio.

UNA SERIE QUE DIFÍCILMENTE CAMBIARÁ

Los riesgos dentro de esta industria cada vez son mayores, dándole a las grandes casas productoras muy poco margen de error y por consiguiente, un reducido espacio para cualquier tipo de experimentación. Definitivamente este regreso a sus raíces le viene muy bien a Call of Duty como franquicia, sin embargo, difícilmente podemos decir que WWII sea una revolución o una entrega que llegó para cambiar la forma en la que se comporta esta franquicia. La tradición está muy arraigada y las casi seguras buenas ventas de este juego, harán que Activision y sus estudios se queden por el mismo sendero. Como sea, me intriga enormemente lo que será el futuro próximo de la serie. Podría apostar a que tendremos una especie de regreso a lo que fue el primer Black Ops.

Recomendar o no recomendar un nuevo Call of Duty es algo que sobra totalmente, pues todos tenemos bien claro de qué va la serie y cuáles son sus objetivos. Lo que te puedo decir es que Call of Duty: WWII es una entrega muy sólida que cumple como FPS, pues alcanza la gran mayoría de sus objetivos, esto claro, tomando en cuenta que el riesgo que tomó es bastante reducido. Si eres fan de la saga seguro que ya lo tienes dentro de tus prioridades. En caso de que seas detractor o nunca te haya llamado la atención, te aseguro que este título no hará que tu opinión cambie de ninguna forma.

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